Que placentero, pero cansado, es esto de ilustrar en directo en una boda.
Pero es muy gratificante, la verdad.
No hay más que ver la cara de la gente cuando se buscan entre todas las ilustraciones, y se van encontrando o bien a ellos/as o a sus familiares, jugando a una especie de “quien es quien” bien divertido.
Esta boda me llegó directamente por Instagram, cuando Ross hace unos meses me contactó para pintar a los invitados en directo, como en otras ocasiones.
De nuevo sería en “El Rancho del Inglés”, cosa que no puede gustarnos más a mi mujer y a mi, al vivir a diez minutos de distancia.
Eso, y que el sitio es maravilloso, tanto por lo estético, como por el trato dispensado, que es exquisito.
Con menos invitados que en otras ocasiones, realizamos unas 40 ilustraciones, con el proceso de siempre:
Foto inicial, boceto a lapiz, perfilado con tinta, y color, más detalle final en forma de sello conmemorativo.
El video que os dejo es el reel que pusimos en Instagram, porque…
Ojo, no hice foto a los dibujos!
Fallo que no se volverá a repetir.
De nuevo gracias a los novios por su amabilidad, encantadores ambos, y todo el equipo del Rancho del Inglés, de los que por cierto, estoy haciendo una ilustración.
Tengo muchas ganas de repetir experiencia, que me huelo que ¡va a ser bien pronto!